CUIDADOS EN EL VERANO 2014
EL VIENTO Y LA ARENA...
Sombrilla,
sombreros, anteojos, ropa adecuada y protectores solares. La salud de tu piel
en la playa es posible. Para que veranear en el “ruido del mar” sea un verdadero
placer.
La piel, el órgano
más extenso de tu cuerpo, aquel que representa a tu persona y que te acompañará
durante toda la vida, cuando se viste para la playa, debe ser protegida de la
exposición solar, especialmente en las horas del mediodía. La conocida frase
“Mejor prevenir, que curar” es la consigna, que se conjuga con el
aprovechamiento de esos días de ocio y reparo tan ansiados durante todo el año,
especialmente por los estudiantes que están de vacaciones hasta marzo.
La presencia
continua del sol sobre la arena y el mar, y también junto a la eventual pileta
o piscina, resulta un signo positivo que habilita la experiencia de un día de
intenso esparcimiento. Pero para que este pronóstico no se desvirtúe, es
necesario tomar los debidos recaudos, para evitar que la piel no se irrite y
quede “roja como un tomate” ni sufra consecuencias de la sobreexposición, como
el envejecimiento prematuro y los terribles ardores que se siente después. Las
razones, como se observa, son sobradas como para adquirir hábitos y tomar
actitudes preventivas. De disfrutar a pleno el verano es que, en definitiva, se
trata.
Sombras,
nada más
Sombras estáticas
y portátiles, cremas e hidrataciones adecuadas y respeto por esa estrella tan
cercana a nuestro planeta constituyen los elementos clave para que tu piel
luzca sana durante los meses en los que más se expone a los rayos UV.
Por “sombras
estáticas” se comprende a todas aquellas generadas por árboles, techos,
sombrillas, parasoles, carpas u otras estructuras de tela. En cualquiera de sus
formas representan el modo más eficaz para protegerse del sol.
Las “sombras
portátiles”, en tanto, son aquellas que, como su nombre lo indica, el
veraneante puede llevar de un lado al otro, sin esfuerzos ni sacrificios que
atenten contra la distracción y el disfrute del verano. Sombreros, ropa,
anteojos de sol y cremas protectoras la conforman.
Al respecto, es
importante tener en cuenta que los sombreros deben proyectar sombra sobre toda
la cara, tarea que cumplen con eficacia aquellos de unos 8 cm de ala. En
consecuencia, los de visera no garantizan una protección total, pues solo
cuidan de los rayos UV cabeza, frente y ojos.
En cuanto a la
ropa, ésta debe cubrir la mayor parte del cuerpo, especialmente si es mediodía
y el sol se encuentra en todo su esplendor. En esa línea, es aconsejable
utilizar prendas con telas que impidan el paso de los rayos UV, como las de
trama apretada (sin agujeritos) o las de fibra de algodón no blanqueado con
lavandina, y que éstas sean siempre sueltas y no adherentes al cuerpo. En
tanto, también es bueno saber que colorantes, anilinas o pigmentos contribuyen
a impedir el paso de la influencia solar, del mismo modo que lo hacen los
colores oscuros.
Cremas
Las cremas
fotoprotectoras y las antisolares son otra parte fundamental de la acción
preventiva contra el enrojecimiento, eso que los especialistas denominan “daño
solar agudo”. Al mismo tiempo, se debe tener en cuenta que representan una
protección complementaria a la sana relación que se establezca con la
influencia solar en nuestros días de playa.
Las
fotoprotectoras reflejan o absorben los rayos UV, contienen productos que hacen
lo propio con los UVA y los UVB incidentes sobre la piel y deben esparcirse
sobre ella de manera de formar una película muy uniforme y con el suficiente
espesor para que proteja adecuadamente.
Las antisolares,
por su parte, evitan que los rayos UVA y UVB penetren en la piel, pero no
logran una protección total. Sin embargo, resultan un recurso fundamental para
evitar el envejecimiento precoz.
Los expertos en
Dermatología aconsejan elegir cremas con Factor de Protección Solar (FPS) 30 como mínimo, e idealmente con FPS 50 o mayor para este verano del 2014, en las playas del Perú; que sean resistentes al agua y de amplio
espectro, es decir, que absorban o reflejen la mayor cantidad de rayos UV. Por
supuesto, para optimizar la elección del producto, nada mejor será que
asesorarse por un dermatólogo, que sabrá, según el tipo de piel del paciente y
la actividad que realice bajo el sol, qué tipo de FPS servirá para cumplir con
sus fines de la manera más satisfactoria.
También debe
considerarse que la eficacia de las cremas no es exactamente igual al de las
pruebas de laboratorio, donde las condiciones de experimentación son muy
cuidadas. Tan sólo el uso defectuoso que podemos hacer de estas emulsiones,
dejando al descubierto ciertas zonas de nuestra piel, o con una película poco
uniforme o delgada, disminuye nuestro tiempo de exposición, deformando las
cualidades intrínsecas del producto. Por ello, los dermatólogos suelen
aconsejar utilizar un FPS 50 como si fuera de 30, para estar, una vez más,
prevenidos el ciento por ciento. Y a ello los expertos le suman otros dos
recaudos: aguardar 15 minutos tras la aplicación de la crema —para que ésta
haga efecto— y renovar la película protectora cada dos o tres horas.
Teniendo en cuenta
todos estos pasos, el verano junto al mar o la pileta estará al servicio del
descanso reparador, la diversión y el ocio creativo. Así, también, será posible
disfrutar de ese astro llamado sol, figura clave e indiscutida del verano, sin
molestias en la cara, la espalda, los empeines o las pantorrillas. Sombras
portátiles y estáticas, ropa adecuada y cremas constituyen el abecé, la fórmula
perfecta para el viento, la arena, el frío del mar y todo aquello que se
emparente con la estación más cálida y divertida del año.
Qué
es el Factor de Protección Solar (FPS)
Los números del
Factor de Protección Solar (FPS) representan el tiempo de exposición en que la
piel estará protegida. Si al mediodía ésta tarda 12 minutos en enrojecerse sin
crema alguna, con un FPS 15 tardará: 12 minutos x FPS 15 = 180 minutos.
Naturalmente, con un FPS 30, la ecuación será: 12 minutos x FPS 30 = 360
minutos. Pero según la incidencia de los rayos solares para este verano del 2014 en las playas del Perú, será muy fuerte, de manera que recomendamos usar bloqueadores de FPS 50 o mayores, porque el enrojecimiento ya no será de 12 minutos, sino, de 6 a 8 minutos, lo que significa que se tendría una protección de 300 minutos de protección en promedio. Además, se recomienda usar bloqueadores o protectores durante todo el año.
Tener en cuenta
que:
- Los 12 minutos
que la piel tarda en enrojecerse puede variar según su grado de sensibilidad.
- El FPS es sólo
una guía orientadora con respecto a la capacidad del producto para protegernos
contra el enrojecimiento.
¿Y
los chicos?
Niños y bebes no
deben ser expuestos al sol, pues sus pieles son muy sensibles. En la playa deben
ser hidratados continuamente para evitar el golpe de calor y contar con algún
tipo de sombra portátil y con protección acorde a la edad. También es
importante que, desde pequeños, incorporen hábitos saludables en su relación
con el sol. Ello les permitirá gozar de este verano y de los subsiguientes sin
enrojecimientos molestos y ardorosos.
¿Sabías
que…
1- … cuando el
largo de tu sombra es más corta que tu altura es preferible que reduzcas al
mínimo la exposición de tu piel a los rayos UV, exactamente, entre las 10 y las
15 hs?
2- … la aplicación
del filtro solar también debe realizarse los días nublados o brumosos, del
mismo modo que los soleados?
3- … ciertos
medicamentos y cosméticos pueden propiciar una sensibilidad aumentada a la
exposición solar?
4- … la arena y el
agua pueden reflejar en tu piel más de la mitad de los rayos solares, por lo
que el sentarse a la sombra en estos casos no garantiza una protección óptima?
5- … el daño solar
sobreviene en cada exposición solar sin protección y se acumula durante el
transcurso de la vida?
Las
Playas…
Otra de las
recomendaciones que no debemos olvidarnos es escoger correctamente las playas;
es decir, que sean limpias (las que el MINSA haya etiquetado como seguras), así
mismo que tengan las aguas tranquilas y que estén cerca a un establecimiento de
salud o emergencias.
Al sur de Lima hay
las muy bonitas y conocidas playas que cumplen esos requisitos, como también al
norte chico como Chancay, Huacho y Barranca. Para los que desean pasar días más
prolongados, pueden visitar las hermosas playas del sólido norte, comenzando
por las playas de Huarmey, Casma, Trujillo, Piura y Tumbes; obviamente en estos
lugares ya encontramos excelentes servicios de hotelería y gastronomía.
¡Felices
vacaciones y a disfrutar se ha dicho!